sábado, 31 de enero de 2009

Violencia pacífica

Lectura de hoy: Mt.11:11-15.

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mt.11:12 RVE95)

Por muchos años nos hemos dedicado a predicar el evangelio como un mensaje de paz y buenas noticias, nos se nos ocurriría pensar siquiera en utilizar la violencia en nuestras vidas y menos para dañar a alguien. Sin embrago si ponemos atención al texto de hoy, nos encontramos con que se habla de violencia en el reino de los cielos y que los violentos, están arrebatando, robando este reino y lo hacen con violencia. Esto implica que el reino de Dios tiene que abrirse paso a través de estos violentos y debe hacerlo con fuerza, que es sinónimo de violencia, pero no con la violencia de las armas, sino con la fuerza de la Palabra de Dios, con la fuerza de la verdad, con la violencia suficiente para enrostrar a los violentos su violencia, sus males, sus iniquidades, sus adulterios, sus idolatrías, como en su momento lo hiciera Juan el Bautista con Herodes Antipas, para reprochar el adulterio en que estaba con Herodías, mujer de su hermano (Mt.14:3-4).

Ser pacífico no significa mantenerse incólume ante el sufrimiento de nuestro prójimo; no significa permanecer inactivos ante la pobreza, la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, la delincuencia y la indiferencia de las autoridades; ser pacífico tiene un alcance mucho mayor, significa levantar la voz hasta hacerse escuchar ante quienes corresponda, dispuestos a correr riesgos, como nuestros hermanos en Cristo del primer siglo, (y de los días de hoy) que creyendo en lo que predicaban, estuvieron dispuestos a morir por la causa del Santo Nombre de Cristo Jesús y su Santo Evangelio.

¿Está usted dispuesto?, entonces deje de lado la paz estéril, use de la violencia pacífica, proclame y enseñe el camino de Cristo y haga la paz con fuerza, para que pronto estemos todos gozando de la Paz verdadera que sólo Jesús nos da; no se lamente de los males, luche contra ellos para eliminarlos, Jesucristo estará con usted siempre. Pero hay algo que debemos olvidar, este mismo evangelio, esta misma palabra, con la misma fuerza en algún momento nos va a confrontar, cuando uno de nuestros líderes nos la predique, nos vamos a sentir violentados, invadidos, desnudados, pero recuerde:”es en son de paz, para que ud. alcance la paz”.

Dios le bendiga y le de fuerza.

viernes, 30 de enero de 2009

Poemas Cristianos - Aunque ya todavia NO

undefined

Las leyes de la vida

Lectura de hoy: Ex.20:1-17.

"No tendrás dioses ajenos delante de mí." (Éx.20:3 RVE95)

Las leyes de la vida son observaciones que parecen tener el peso de la experiencia detrás de ellas. Probablemente han oído ésta: "Si algo puede salir mal, seguro que saldrá". He aquí otra: "No se puede hacer tan sólo una cosa; todo tiene sus consecuencias".
Mi propia experiencia parece confirmar muchas de las leyes de la vida, pero la última es la que colgaría en mi pared como lema. Las elecciones equivocadas tienen sus consecuencias. Por ejemplo, si elegimos vivir para el placer, eso afectará a nuestros hijos, nietos y bisnietos (Éxodo 20:4-5). Si nos alejamos de Dios, puede que descubramos que nuestros hijos se nos han unido en ese caminar. Y posteriormente, aun cuando nos volvamos a Él, puede que ellos no lo hagan.

Pero también hay una buena noticia. La devoción a Dios también tiene sus consecuencias. Los hombres y las mujeres que viven con fe delante de Dios pueden tener una fuerte influencia sobre sus hijos y los hijos de sus hijos. Si viven una larga vida, pueden dar testimonio del efecto que su fe ha tenido sobre varias generaciones. ¡Qué satisfacción reciben las personas mayores al ver que su descendencia vive para Cristo! . Las leyes de la vida y la Biblia están de acuerdo en este punto: "Todo tiene sus consecuencias".


Las personas que siguen a Cristo guían a los demás en la dirección correcta

Tomado de Nuestro Pan diario (Colaboración Hna. Marcia Serrano.)

jueves, 29 de enero de 2009

El desvío

Lectura de hoy: Jn.14:1-6

"...Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí" (Jn.14:6 RVE95)

Cuando me dirigía a mi trabajo, muy temprano en la mañana, el autobús que me transportaba, tuvo que dejar la avenida y tomar un desvío. Una luminosa flecha roja resaltaba en la oscuridad de la madrugada, mostrándonos la ruta a tomar. Luego de unas pocas cuadras, volvimos a la avenida, la que presentaba muestras claras de mantenimiento y reparaciones. Me quedé pensando en este desvío y entonces recordé que hace unos años atrás, al dirigirme a la ciudad de Salto - Uruguay, nos encontramos con un gran desvío en la ruta, y allí sí, fueron muchos molestos kilómetros, los que tuvimos que recorrer para retomar la ruta natural. Esto fue incomodidad, pérdida de tiempo y gastos extras.

Esta verdad de la vida práctica, encierra una verdad espiritual. Nuestro camino correcto en la vida, es con Dios, y dependemos de Él para transitarlo. Sin embargo el pecado, nos desvía de la verdad, para llevarnos por un sendero de confusión y mentiras.

La Palabra de Dios, dice en Proverbios 14:12 "Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte."

Jesucristo, el hijo de Dios dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí". Es un camino directo a Dios, sin desvíos tormentosos o atajos "fáciles". Si Jesucristo no está en nuestra vida, Él no es nuestro camino para llegar a Dios y estamos buscando atajos o desvíos humanos, entonces estamos en un camino de muerte. Por que Jesucristo es el ÚNICO CAMINO para llegar a Dios.

Anselmo Huerta - Uruguay

martes, 27 de enero de 2009

Nadie sabe para quién trabaja

Lectura de hoy: Sal. 39

"Ciertamente, como una sombra es el hombre; ciertamente, en vano se afana; amontona riquezas y no sabe quién las recogerá." (Sal.39:6 RVE95)

La fragilidad del ser humano es algo que sólo Dios conoce, sin embargo podemos tomar conciencia de los escasos días que el Señor nos ha dado para buscarle, o al menos eso es lo que deberíamos hacer, pero generalmente los esfuerzos del hombre natural, están orientados a satisfacer los deseos de poder y de riquezas sin considerar en lo más mínimo que en un solo segundo, en un solo instante podemos perder la vida y no solamente la del cuerpo, sino lo que es más terrible, la vida del espíritu, la vida que es para vida eterna.

Son innumerables les que se afanan en vano, luchando por el oro y la plata, en desmedro de aprovechar la posibilidad hermosa de gozar de los hijos, la familia y la comunión con Dios. Desechando la paz, el reposo y el amor de Dios, pasando a ser víctimas del trajín de la vida vana y superflua, sin atender a que "ciertamente sin nada vinimos a este mundo y sin nada deberemos dejarlo" (1ªTi.6:7 paráfrasis).

Cuando dormimos, no sabemos si tendremos un nuevo despertar; cuando salimos de casa, no sabemos si tendremos un regreso; lo que acumulamos, no sabemos quién lo aprovechará y menos si este lo usará con el propósito para el cual lo guardamos. El refrán popular dice: "Nadie sabe para quién trabaja" en una clara alusión a lo que nos enseña el Señor en su Palabra.

Dejemos tiempo para buscar a Dios y fortalecer nuestra confianza en Él. Confiemos en el Señor que de todo lo bueno nos provee.

Dios bendiga su vida. Amén.

Sumergeme

undefined

Circulos de oración

Lectura de hoy: Lc.18:9-14

"...porque cualquiera que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido" (Lc. 18:14 RVE95)

Las niñas de sexto grado hicieron un círculo y por turnos oraron unas por otras en el grupo de estudio bíblico. «Padre que estás en el cielo, oró Ana,por favor, ayuda a Antonia que no esté tan loca por los muchachos». Antonia añadió con una risita: «Y ayuda a Ana a que deje de actuar tan mal en la escuela y que no moleste a otros niños». Luego Talía oró: «Señor, ayuda a Antonia a escuchar a su mamá en vez de responderle mal siempre».
Aunque las peticiones eran reales, las niñas parecían disfrutar molestando a sus amigas señalando sus fallos delante de los demás en vez de preocuparse por su necesidad de la ayuda de Dios. La líder de su grupo les recordó acerca de la seriedad de hablar con el Dios todopoderoso y la importancia de evaluar sus propios corazones.

Si usamos la oración para señalar las faltas de los demás mientras que ignoramos las nuestras, somos como el fariseo en la parábola de Jesús. Él oró: «Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano» (Lucas 18:11). En vez de ello, hemos de ser como el hombre que le pidió a Dios que tuviera misericordia de él, «un pecador» (v. 13).

Tengamos cuidado de no dejar que nuestras oraciones se conviertan en una lista de fallos de los demás. El tipo de oración que Dios desea fluye de una humilde evaluación de nuestros propios corazones pecaminosos.


La forma más elevada de oración proviene de las profundidades de un corazón humilde.

Tomado de Nuestro Pan Diario (Colaboración hna. Marcia Serrano)

lunes, 26 de enero de 2009

Agrándalo

Lectura de hoy: Is.6:1-10

"En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo". —Isaías 6:1

Después de pedir lo que queríamos comer en un popular restaurante de comida rápida, los cajeros solían hacer la famosa pregunta: "¿Le gustaría pedir algo más?" En esencia, les estaban preguntando a los clientes si querían más de lo que ya estaban adquiriendo.

De manera similar, cuando venimos a la presencia de Dios, creo que Él nos pregunta: "Te gustaría pedir algo más para conocerme mejor hoy?"

Isaías tuvo una experiencia de ese tipo con Dios. Fue a través de un doloroso evento en su vida que Isaías vio al Señor "alto y sublime" (Isaías 6:1). A través de este encuentro, Dios agrandó el nivel de entendimiento que Isaías tenía en cuanto a Su santidad. Él vio la completa excelencia moral de Dios que unifica Sus atributos.

Dios también agrandó la convicción de Isaías en cuanto a su propio pecado (v. 5). Esto llevó a una ampliación de su entendimiento en cuanto al perdón y la purificación totales de Dios (vv. 6-7). Sólo cuando Isaías entendió la profundidad de su pecado, pudo apreciar y aceptar el perdón y la purificación de parte de Dios. Finalmente, su encuentro con Dios llevó a Isaías a declarar su disponibilidad y compromiso para tenderles la mano a los demás y ayudarles a incrementar su entendimiento de Dios (vv. 8-9).

Pidámosle a Dios que agrande nuestro entendimiento de Su grandeza hoy.


Saber acerca de Dios es fascinante. Conocer a Dios personalmente te cambia la vida.

Tomado de Nuestro Pan (Colaboración de Hna. Marcia Serrano)

sábado, 24 de enero de 2009

Enfrentando la tentación

Lectura de hoy: Job.1:6-12

"Cuando llegaron a aquel lugar les dijo: - Orad para que no entréis en tentación. (Lc.22:40 RVE95)

La tentación es un problema tan antiguo como el hombre dado que el fue la víctima. Pero también la tentación pasa a ser un problema tan vigente que Jesús nos plantea algunas advertencias sobre este particular problema con el cual tenemos que lidiar cada día.

Hoy nos permitiremos descubrir cuáles son algunas de las maneras en que podemos hacer frente a esta realidad cristiana.

Lucas en el relato de de la oración de Jesús en el Getsemaní alude a las palabras que Cristo dijera a sus discípulos: "...Orad para que no entréis en tentación", Él sabía que muy pronto quedarían solos, y también sabía que necesitarían de una fortaleza especial para poder enfrentar la tentación de la que serían víctimas. Muy pronto le verían morir y la pregunta que les vendría a la mente sería: ¿Seguiremos creyendo que Él es el Mesias?

No olvidemos que las más grandes victorias siempre se ganan cerca de Dios, como alguien dijera alguna vez, que con Dios de nuestro lado siempre seremos mayoría, y cerca de ÉL se descubre el secreto de la victoria.

Cuando nos encontramos lejos de Jesús es fácil descender espiritualmente.

Lo que estoy diciendo es que la condición espiritual del creyente, a la hora de la tentación, es importante.

No tenemos que olvidar que fue en las alturas donde Israel ganó las batallas.

Gabriel Ibañez - Chile

"Si nos encontramos en un buen nivel de altura, estamos preparados para mantenernos"

viernes, 23 de enero de 2009

Coritos usando el Arpa

undefined

Las apariencias engañan

"Circuncidaos para Jehová, quitad el prepucio de vuestro corazón, hombres de Judá y moradores de Jerusalén, no sea que mi ira salga como fuego, que se encienda y no haya quién la apague a causa de la maldad de vuestras obras" (Jer.4:4 RVE95)

La circuncision es una señal que se hace en el cuerpo por mandamiento de Dios, para sellar el pacto con el que Dios se comprometió con Abraham. Como lo indica el texto, se trata de cortar el prepucio (la piel del extremo del pene), un lugar muy íntimo y protegido y cubierto con las ropas. Sin embargo, era motivo de orgullo para los Judíos y creo que no dudarían en desnudar sus partes más íntimas para mostrar su origen y su status de escogidos del Señor. No obstante, sus obras no siempre fueron del agrado de nuestro Dios, por el contrario; de continuo eran reprendidos por su corazón endurecido, su falta de piedad, por su inclinación a las culturas y religiones de moda en la época. Por la maldad con que trataban a sus semejantes, incluso de su propio pueblo.

Hoy en día no es muy diferente, hay quienes se vanaglorian de su condición de cristianos haciéndose acompañar siempre de una Biblia; otros marcan, señalizan su condición de cristianos luciendo una hermosa cruz en su pecho, ¿a modo de adorno quizás?, pero cuando es el momento de demostrar con la práctica su cristianismo, sus obras dejan mucho que desear. Primero, porque buscan una tribuna, para gritar a quién puedan que están haciendo un bien y olvidan que nuestro Señor nos dijo: "Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de tí, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres;..." (Mt. 6:2 RVE95), o en su defecto, abiertamente hacen malas obras.

Ser cristiano es una forma de vida que requiere cortar (circuncidar) de nosotros, todo aquello que no está en la voluntad de Dios. Para ser cristiano tenemos que circuncidar nuestro corazón y eso demanda esfuerzo personal, confianza en Dios y mucha oración. No decaigamos, sigamos luchando en este proceso de coversión diaria, y rogando para que el Espíritu Santo nos muestre aquello que debamos sacar de nuestras vidas.

¿Hay algo que quede en nuestro corazón y que debamos cortar?

La paz de Cristo esté con usted.

jueves, 22 de enero de 2009

Julissa - El Amor

undefined

Juzgar o no juzgar

Lectura de hoy: Mt.7:1-21.

"No juzguéis, para que no seáis juzgados, porque con el juicio con que juzgáis seréis juzgados, y con la medida con que medís se os medirá." (Mt.7:1-2 RVE95)

¿Qué mejor manera de decirles a las personas que no se metan en lo que no les importa sino citando a Jesús? Personas que rara vez leen la Biblia rápidamente citan Mateo 7:1 cuando quieren silenciar a alguien cuya opinión no les gusta. «No juzguéis, para que no seáis juzgados.» Parecer ser la respuesta perfecta.

Sin embargo, en su contexto, el pasaje indica que, en efecto, hemos de juzgar: simplemente se supone que debemos evitar los juicios incorrectos. Más aún, nuestros juicios han de comenzar con nosotros mismos: «Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano», dijo Jesús (v. 5). Luego dijo: «Guardaos de los falsos profetas» (v. 15). Esto también requiere de juicio, necesitamos poder discernir la verdad de la falsedad.

Jesús utilizó la metáfora de la fruta para darnos los criterios apropiados para juzgar. «Así que, por sus frutos los conoceréis» (v. 20). Hemos de juzgar a las personas (incluyéndonos a nosotros mismos) por la calidad del fruto que producen. Este fruto no puede ser juzgado por valores terrenales tales como nuestra apariencia exterior (v. 15). Debe ser juzgado por valores celestiales: El fruto que el Espíritu produjo dentro de nosotros: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza ... (Gálatas 5:22).

Nuestra tendencia es juzgar por las apariencias. Pero Dios juzga por lo que producimos, y nosotros debemos hacer lo mismo.

Sé lento para juzgar a los demás y rápido para juzgarte a ti mismo.

Tomado de Nuestro Pan diario (Colaboración de Hna. Marcia Serrano)

miércoles, 21 de enero de 2009

Puedo confiar en el Señor

Lectura de hoy: Salmo 4

"Muchos son los que dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?". Alza sobre nosotros, Jehová, la luz de tu rostro. (Sal.4:6 RVE95)

¿No es cierto que en ocasiones le hemos hecho a Dios el mismo reclamo que David le hizo en el versículo 1 de este Salmo: "¡Respóndeme cuando clamo, Dios, justicia mía?". Es que los creyentes tenemos tantos (¡o más!) problemas que quienes no son creyentes, y a veces nuestra confianza en Él puede debilitarse...Lea de nuevo todo el Salmo y seguramente encontrará mencionada unas cuantas cosas que le han causado angustia o se la están provocando ahora mismo.

¿Ya lo leyó? Bien, ahora léalo de nuevo pero tomando en cuenta las promesas de Dios, y verá que el Señor le proporciona una vía de escape frente a cada dificultad que aparece.

Si usted está leyendo estas palabras por la mañana, tome en cuenta que es muy posible que durante el día deba enfrentar algún problema no fácil de resolver. Entonces encomiéndese a Aquel que conoce el futuro para que le guarde y le de victoria. Y si está leyendo por la noche, no tenga duda alguna de que Dios se compromete con usted para darle un descanso pleno y reparador, y que va a mullir su cama con amor, y que lo va a cobijar con la más abrigada de las mantas, con su paz.

Quizá uno de los cuadros más hermosos que uno puede contemplar es el de un infante durmiendo en su cuna, pero ¿sabe que nosotros también podemos ser como ese bebé? Porque nuestro Padre Celestial va a velar nuestro sueño, así como cuida nuestros pasos en el diario andar.

¿Problemas? Sí. ¿Confianza? También. Porque en este claroscuro de la vida siempre contamos con la ayuda de Dios.

Eduardo Coria - Argentina

martes, 20 de enero de 2009

No olvidemos a nuestro Dios

Lectura de hoy:Dt.8:11-20

"Pero engordó Jesurún, y tiró coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo y menospreció la roca de su salvación." (Dt.32:15 RVE95).

En Chile, la observación y sabiduría popular, hablan en un refrán, de un perro que muerde la mano del que le dio de comer. Este versículo que vemos hoy, nos habla de un toro que engordó, que se llenó de grasa y que luego de estar en esta condición ha decidido dar de coces (patadas) y mirar a menos a quién lo sustentó y dio lo necesario para que alcanzara gordura y capacidad.

Creo que hemos conocido cada uno, al menos un caso de alguien que habiendo estado en la miseria (económica, espiritual, matrimonial, etc.) se acercó a una iglesia y comprometió parte de su tiempo para alabar a Dios, presentar ante Él sus necesidades y seguir sus enseñanzas, siendo en apariencia fiel a su compromiso con el Señor. Sin embargo, en la medida que fueron siendo satisfechas sus necesidades, su tiempo comenzó a ser priorizado en favor del trabajo, viajes, la obtención de nuevas ganancias y por supuesto a disfrutar de lo recibido (¿o ganado diría usted?); amén de olvidar también seguir las enseñanazas del Señor. No se trata aquí de decir que deje de disfrutar de lo recibido, sino que se mantenga el compromiso de fidelidad a Dios, quién ha sido el benefactor que ha permitido el progreso y restauración del amor, la economía, eliminando dolores del alma y físicos, etc. Esta tendencia a dejar el compromiso contraído con Dios, una vez satisfechos, nos lleva a alejarnos de Él y permitir con ello que el enemigo ponga su semilla de maldad en nosotros, haciéndonos creer que todo lo alcanzado ha sido mérito nuestro, producto de nuestro esfuerzo y sacrificio. Nos olvidamos que hay otros que sufren lo que antes sufrimos y les vemos con indolencia, con dureza de corazón, sin siquiera intentar retribuir en ellos, lo que Dios ha puesto a nuestro alcance.

El Señor Jesucristo hizo un sacrificio inconmensurable, para que nosotros, fuésemos salvos de la muerte del pecado y tuviésemos vida y vida en abundancia. ¡No olvidemos a nuestro Dios! Si nos olvidamos de Dios, Él sigue siendo Dios. ¿Qué sería si Él se olvidara de nosotros?

La gracia y la paz de nuestro Señor estén con usted.

lunes, 19 de enero de 2009

"Manos levantadas"

"Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel vencía; pero cuando él bajaba su mano, vencía Amalec.
Como las manos de Moisés se cansaban, tomaron una piedra y la pusieron debajo de él. Moisés se sentó sobre ella, mientras Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro; así se mantuvieron firmes sus manos hasta que se puso el sol." (Ex.17:11-12 RVE95).

Cuando Moisés mantenía sus manos en alto durante la batalla, sus fuerzas vencían, y no porque los manos de Moisés tuvieran poder, sino porque con sus manos levantadas al cielo, el poder de Dios venía sobre él para darle la victoria. Así en nuestros días, una congregación que levanta sus manos al cielo recibe bendición y unción del Espíritu Santo de Dios para que alcancemos victoria sobre nuestros males, sobre nuestras necesidades y se vean realizados nuestros sueños y espectativas; todas las que están dentro de la voluntad de Dios.

Tomados de esta esperanza, la congregación de Gedalías en el día de ayer levantamos nuestras manos para dar gloria a Dios y recibir de Él, poder para vencer. Junto con ello, los hermanos fuimos ungidos con aceite para poner sobre nosotros señal de ser marcados con el poder del Espíritu Santo de nuestro Dios y guardar la esperanza de que el poder de Dios ha venido sobre nuestras vidas para fortalecerlas en la fe y darnos victoria sobre aquello que pusimos a los pies de el Señor.

Levantar las manos, también es señal de rendición. Rinda su vida a Dios, póngase en sus manos, pida su unción y verá cómo a contar de ese momento será victorioso, porque "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro.8:31 RVE95. Cf. Sal.118:6)

sábado, 17 de enero de 2009

¿Por qué sigo a Jesús?

Lectura del día : Lc.9:10-17

"Cuando la gente lo supo, lo siguió; y Él los recibió, les hablaba del reino de Dios y sanaba a los que necesitaban ser curados." (Lc.9:11 RVE).

¿Por qué sigo a Jesús? Quizás su respuesta coincida con una de estas:

Porque existe un infierno: Es una realidad la condenación eterna para los desobedientes al evangelio, pero no debe ser el "motivo" para seguir al Señor. El apóstol Pedro dijo: "Hemos dejado todo y te hemos seguido" (Mt.19:27). Pedro no dice "Señor hemos dejado todo, y te hemos seguido para no ir al infierno". Si preguntamos a Pedro ¿Por qué sigues a Jesús?, el diría: "Él es el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mt.16:16).

Porque siguiendo a Cristo soy salvo. A veces pensamos en base a nuestros intereses. ¿Cuanto me beneficia ser cristiano?, ¿Qué puedo obtener? Algunos pensaron así antes: "...te hemos seguido; ¿qué pues tendremos?" (Mt.19:27b). Sin embargo este no debe ser nuestro "motivo". La salvación es un regalo.

Juan Carlos Ortiz, Pastor argentino, dice en su libro El discípulo,"Muchas veces hemos dicho a la gente: Si usted acepta a Jesús, tendrá gozo, paz, etc. Le da cien a Jesús, Él le devolverá docientos...Siempre apelamos a los intereses del hombre".

Porque toda persona tiene su dios, y no quiero ser la excepción: La religión se usa también, como un elemento más del Status Quo. Para muchos es indiferente si el dios a quién dice seguir se llama Jesús, Buda, Mahoma, energía, etc. Lo importante es pertenecer a una congregación numerosa, donde se pueda hacer vida social, y aparentar piedad.

Porque Cristo es el señor y yo soy su siervo. Jesús es el Señor. Experimentar su señorío, es decir junto a Pablo "...y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí." (Gl.2:20).

Gabriel Fernández - Venezuela.

viernes, 16 de enero de 2009

Examinaos a vosotros mismos

"Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
Fíjate si voy por mal camino y guíame por el camino eterno" (Sal.139:23-24 NVI)

Examíname, oh Dios, es a nuestro entender un clamor que debería estar permanentemente en nuestras bocas, saliendo de lo mas profundo de nuestro corazón, para que el Espíritu Santo de Dios y que habita en nosotros, nos guíe por el camino eterno que es marcado por la luz de nuestro Señor Jesucristo. Pero, cuando hacemos este clamor, debemos estar dispuestos a ser reprendidos por el Espíritu Santo, sabemos que cada día recibimos de Él, un bálsamo de amor que todo nos perdona y que de todo nos provee, sin embargo, si nos presentamos delante del Señor con la comodidad de que sea Él exclusivamente quién nos examine, nos exponemos a una reprimenda.

En verdad, antes que nos presentemos para que el Señor sondee nuestro corazón y nos guíe por el camino eterno, debemos hacer un acto de contrición y mirarnos hacia adentro, meditar en nuestro accionar diario y los mandamientos de Dios. Pablo nos enseña lo importante que esto es: "Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?" (RV60), dicho de otra manera, primero, deberíamos revisarnos y encontrar con la ayuda del Espíritu Santo, nuestras propias falencias y no habiendo hallado otras que las visibles a nuestros ojos, arrepentirnos de corazón, pedir perdón y entonces concurrir en oración, ante la presencia de Dios para ser examinados, no sea que seamos encontrados siendo víctimas de la tentación.

El Señor bendiga su día. Amén

jueves, 15 de enero de 2009

Cuidemos lo que no es nuestro

"De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan, porque Él la fundó sobre los mares y la afirmó sobre los ríos." (Sal.24:1 RVE95)

En el día de hoy, sólo queremos invitarle a pensar en todo cuanto el Señor nuestro Dios ha puesto a nuestro alcance, con la tremenda responsabilidad de cuidar y administrar todo ello. No solamente teniendo cuidado nosotros sino que también inculcando a nuestros hijos y personas que nos rodean, el cuidado de la naturaleza, porque ella fue creada por Dios para que la disfrutemos y en ningún caso para que sea destruida. Sin embargo vemos, cómo a diario, la ambición por las riquezas, ha llevado al hombre a destruir todo cuanto el Señor ha puesto en nuestras manos.

Piense, por favor, ¿Que puede hacer usted para evitar la debacle a la que nos encaminamos?

miércoles, 14 de enero de 2009

Cosas en común

Lectura para el día: 2Ti.1:1-14.
"Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en tí..."(2Ti.1:5 RVE95)

No puede contener la risa al percatarme de lo que mostraba la mas reciente fotografía de mi familia. ¡Todos llevabamos anteojos! Y es que desde el abuelo hasta la más chica, en poco tiempo, todos nos fuimos integrando al club de los miopes.

Y pensando en ello, encuentro que tenemos otras tantas cosas en común, desde gestos, gustos, hábitos, enfermedades y ¡hasta nuestro propio código de comunicación!, que por cierto hay que ser parte de la familia para interpretarlo.

Entonces pienso que, si hay algo verdaderamente importante que debería identificar a una familia es una vida de fe, que marque a todos y cada uno de sus miembros. El apóstol Pablo reconoció en Timoteo una fe genuina, que evidentemente heredó de su madre, Eunice, y ésta a su vez de su abuela Loida.

Y uno se pregunta cómo se inculca la fe de una generación a otra. A veces los padres quieren imponerle la fe a los hijos como una obligación y esto muchas veces causa el efecto contrario. Entiendo que tampoco dejarlos a su libre escogencia es efectivo. Pero la clave está en que ellos vean en los adultos que le rodean, creyentes genuinos fervorosos, consagrados, cuya vida no deja lugar a confusión: Son creyentes de verdad, espejos en los que los más chicos pueden mirarse y entender que esa vida de fe es lo que ellos necesitan y quieren.

Georgina Thompson - Rep. Dominicana

martes, 13 de enero de 2009

Siempre hacer el bien

"Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a quién lo necesite" (Pr.3:27)
Hay distintas de clases de poder; poder social, influencias, autoridad, etc. y de acuerdo a lo que nos dice la Palabra de hoy, es necesario y obligatorio para quienes decimos ser cristianos y obedientes a los mandamientos de Dios, hacer el bien que está en nuestras manos a quién "lo necesite". Pero seamos francos, hay unos cuantos (más de los que quisiera), que se sienten "especiales" cuando gozan de esta facultad y la ejercen a mero capricho o más frecuentemente por "amistad" (léase pituto), se sienten con derecho a escoger bajo su propio criterio a quién hacer el bien, a quién favorecer. Usan su posición o influencias para llenarse de vanagloria, en circunstancias que el proverbio salido de la boca de Dios dice que este bien se debe hacer a quién lo necesite, independiente de si es de nuestro agrado o no (de nuestra congregación, de nuestro partido, del mismo club de fútbol, etc.). Peor aún, muchos utilizan su condición de favorecedor para hacerse de ganancias deshonestas, cobrando por hacer favores que benefician la mayoría de las veces a quienes no lo requieren y que por avaricia y conocimiento de su falcedad, compran favores inmerecidos (hubo algunos que vendían perdón de pecados y se hacían más pecadores que los pecadores), otros favorecen con beneficios del estado (unos casos muy graves; y otros considerados de menor cuantía o, ¿nunca ha oído de alguién que "saca partes" cursados por carabineros?)

No es menor el número de los que teniendo el poder y la facultad de ayudar a los necesitados, se hacen indolentes, ciegos y sordos al dolor, quizás pensando que está a su criterio ayudar o no ayudar y por comodidad o quizás pensando en acumular beneficios para su propio pecunio, aparentan no darse cuenta de lo que pasa a su alrededor y no dan la mano al necesitado; se olvidan que nuestro Señor enseña que "El que sabe hacer lo bueno y no lo hace comete pecado." (Stgo.4:17 RVE).

Por favor considere que cuando la Palabra de Dios habla de "poder", no sólo se refiere a los que están ocupando puestos importantes, por eso dijimos al principio que hay diferentes tipos de poder y nosotros que cohabitamos con el Espirítu Santo de Dios, tenemos poder, quizás no económico, pero tenmos poder para bendecir con una palabra de aliento, con una visita de cortesía y amor, con una asistencia al anciano y por sobre todo: "Tenemos poder y mandato de compartir la Palabra de Dios". Haga uso de su poder y ayude al necesitado.

lunes, 12 de enero de 2009

¡Horrible depresión!

"Mírame y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido" (Sal.25:16 RVE95).

Hay eventos negativos que nos afectan y atrapan. Tendemos a recordar los hechos negativos. Disfrutamos reviviendo lo malo que nos ha ocurrido. Esto nos sume en estados depresivos que quitan el deseo de vivir.

En la Biblia encontramos a un personaje que vivió esta amarga experiencia. Elías, solo deseaba morir. Fue tal la amenaza que le propinó Jesabel, que huyó despavorido. (1ºReyes 19:1-5).

La impresión que Jesabel causó en la vida de Elías, fue tan fuerte, que él se olvidó que Dios estaba a su lado.

La depresión hace que la víctima pierda el sentido de las proporciones y no tiene la capacidad para recordar los momentos cuando la victoria hacía sonar los clarines de triunfo.

Aquél que nuca ha fracasado, no puede ser grande. El fracaso es la prueba de la grandeza. Para algunas personas, el fracaso es impulso para el éxito. Mientras que para otros, el fracaso es paralizante. Este produce derrota, un sentido de profundo desaliento, y una resolución secreta de nunca más intentarlo.

Muchos predican que el creyente no tiene licencia para la depresión. Vemos variados casos en la Biblia que desmienten esta tesis. Lo importante es no quedarnos en el camino. Elías, después de comer y ser fortalecido por el ángel y experimentar la presencia de Dios en el silbo apacible, siguió su camino. Dejó sus temores en la cueva y cumplió un ministerio maravilloso para su Dios.

Rodolfo Campos - Chile.

sábado, 10 de enero de 2009

Mi tesoro

"Nos os hagais tesoros en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde ladrones entran y hurtan, sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el moho destruyen, y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón" (RVE95)

A menudo asociamos este pasaje sólo con las riquezas materiales (cf.Mat.6:24), pero la verdad es que la Palabra del Señor es bastante más profunda que eso. Permitame invitarlo a tratar de descubrir cual es su tesoro. Piense por un momento: ¿a que cosas les estoy dando más prioridad que a las cosas del Señor?. Quizás usted tenga un pasatiempo que ha dejado de ser tal y en consecuencia, le está robando tiempo que debería dedicar a la búsqueda de los tesoros celestiales, o tal vez, en una permanente búsqueda de mejoras económicas le dedica mayor esfuerzo al trabajo que a la oración, a la comunicación con Dios para agradecerle por su misericordia y amor.

Pregúntese donde está su mente, su pensamiento la mayor parte del tiempo. ¿Está caso en Dios y su creación? ¿en meditar en su Palabra? o ¿está en encontrar el mejor lugar para pasar sus vacaciones? Sinceramente, cualquier cosa que ocupe su mente, su espíritu, sus esfuerzos, más allá de lo necesario podría estar constituyendo su tesoro, porque allí tiene usted puesto su corazón. No sólo el dinero y las posesiones constituyen un tesoro, también lo son los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida, (1ªJn.2:16), tres grandes debilidades que involucran a una serie de debilidades asociadas.

En el nombre de Jesús, tómese unos minutos de su tiempo y piense donde está su tesoro, ¿está en el cielo, donde ni el la polilla ni el el moho corrompen? ¿está su corazón en los tesoros que el Señor nuestro Dios tiene para cada uno de nosotros?, si no es así, le invito a orar a nuestro Dios para que Él haga en usted la obra de poner su intención de comenzar a hacer tesoros en el cielo.

Dios le bendiga y le guarde de todo mal.

viernes, 9 de enero de 2009

Las Voces del INFIERNO

undefined

¿Cómo te recuerdan otros?

"Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros. Siempre en todas mis oraciones ruego con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio desde el primer día hasta ahora, estando persuadido de esto, que el comenzó en vosotors la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Y es justo que yo sienta esto de vosotros, porque os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo en la gracia. Dios me es testigo de como os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo". (Flp.1:3-8 RVE95).

Todos recordamos personas significativas de vez en cuando. Un lugar, un perfume, un libro, o una melodía traen a nuestra mente esos recuerdos cuando menos lo esperamos. Es como recibir la visita inesperada de aquellos que dejaron una huella en nuestra vida.

Sin embargo no todas esas "visitas" son agradables. El recuerdo de algunas personas nos hiela el corazón, evocando experiencias amargas. De modo que por algún mecanismo que es un don de Dios, tendemos a olvidarlas. Recordar personas que nos hicieron daño y mantener la vivencia constante puede ser muy destructivo.

Lo contrario si es una bendición. La persona que nos ayudó, quién estuvo a nuestro lado consolándonos, el gesto de amor, la palabra oportuna, el abrazo cálido, son recuerdos que cuando nos visitan llenan nuestra vida de agradecimientos y esperanza. Tal vez traigan un poco de nostalgia, pero siempre dejan un sentimiento dulce y reconfortante.

Al acordarse de los filipenses, Pablo daba gracias a Dios. ¿Sucederá igual cuando alguien nos rememora? Me duele imaginar que alguien al recordarme pueda sentirse herido, abandonado o maltratado. ¡Pido perdón a Dios por ello!

Debemos vivir de tal manera que nuestro recuerdo alegre a las personas con quienes hemos tenido contacto. Eso no significará hacer concesiones o permitir a cada cual vivir a su antojo. A veces la confrontación y la reprensión oportuna ayudarán tanto a alguien que nos recordará con agradecimiento toda la vida. Pidamos a Dios ser el recuerdo agradecido que llena de gozo la vida de aquellos, que cuando les tocó pasar a nuestro lado, fueron bendecidos por nuestra conducta.

Alberto González - Cuba.

jueves, 8 de enero de 2009

TRABAJADOS Y CARGADOS

"Venid a mí todos los que estais trabajados y cargados, y yo os haré descansar"
(Mt.11:28 RVE95).

Hace sólo 8 días que ha terminado el año calendario y conforme a la medida del tiempo puesta por el hombre en la tierra, hemos comenzado un nuevo año. Es tradición desearnos felicidad pàra el año que comienza, pero quizás usted no ha terminado su año laboral a pesar de lo que indica la fecha en el calendario, es posible que las cosas del año pasado y que le han causado daño aún persistan y, le hacen sentir como que nada nuevo a comenzado, por el contrario, usted tiende a pensar que "todo sigue igual"; es probable que aún cuando ha tenido la bendición de salir a vacacionar, usted todavia se sienta "trabajado y cargado" sin encontrar explicación a su situación. Sepa que en nuestro Señor Jesucristo usted encontrará descanso.

Generalmente tendemos a pensar que cuando decimos trabajados y cargados, nos referimos al cuerpo, al desgaste físico, músculos doloridos, etc.; y cuando hablamos de cargados nuestro pensamiento cognitivo nos dice que se trata de un peso físico (masa) que llevamos sobre nuestros hombros y que nos causa cansancio. Ese cansancio, esos dolores musculares, se pasan con reposo. Pero que pasa con la angustia, el desaliento, la desesperanza, que surgen al ver que nuestros proyectos y espectativas no se cumplen, que pasa con el dolor que provoca la falta de salud de uno de nuestros seres queridos o nosotros mismos. Eso requiere de un tratamiento más profundo que sólo se puede solucionar en las manos de nuestro Señor.

De ese tipo de trabajo y cansancio nos habla Jesús en el versículo del encabezamiento. La Biblia NVI (Nueva Versión Internacional) traduce: "Vengan a mí ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso". Según la RAE, agobio es: sofocación, angustia. Es decir sentirse estrecho, que le falta el aire, angustiado, deprimido. ¿Se siente usted identificado con estos sentimientos? Entonces la salida a sus angustias, agobios, ahogos, presiones, depresiones y cansancio se encuentra en las manos del Dios Todopoderoso, de Jesús el Salvador del mundo, independiente de si la hoja del calendario cambió o no, Él es Dios todos los días del año, desde siempre y para siempre.

Doble sus rodillas, rinda su vida a Cristo y todos los días serán un año nuevo para usted, con esperanzas nuevas, proyectos nuevos y por supuesto "logros nuevos" "Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre". (Sal. 100:5 NVI)

miércoles, 7 de enero de 2009

MI HIJO RODRIGO

"A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mi, mejor le sería que se le atara una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. Si tu mano te es ocasión de caer, córtala, porque mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te es ocasión de caer, córtalo, porque mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser arrojado al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo, porque mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser arrojado al infierno, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. (Mc.9:42-49 RVE95).

Estoy enamorado de mi hijo. Cada día me sorprende con las locuras que hace. Unas se las pasa de baterista, minuciosamente prepara su "batería", un tambor de juguete, latas, cajas, y ¡ya está!, lista una batería con platillo y todo; otras toma cualquier palo y empieza a ejecutar su "guitarra" y canta también, en otras inclina su cabeza, dice unas cuantas palabras incomprensibles y luego viene el ¡Amén! ¡Que espiritual es mi hijo!

Hay muchas cosas que él aprendió de nosotros como cuando me insiste en que juegue "gol" con él. Otras nos alarma porque pensamos que no aprendió en ningún momento de nosotros. A veces, toma toma en su mano algún palo o ramita y ..."pa...pa...pa" dispara a todo el mundo; o simplemente entra a su cartón y comienza a asomarse un Schumacher en miniatura.

Tengo que cuidar mucho las cosas que hago porque tengo una repetidora en miniatura, repite palabras, repite hechos; y cuando son grandes, repiten sentimientos, amarguras, quejas, odios, repiten un montón de cosas que les transmitimos.

La iglesia es una comunidad de fe. Todas las cosas que se viven en la iglesia, como una familia, son transmitidas a nuestros jóvenes y niños; si en tus acciones hay hipocresía, eso estamos transmitiendoles; si en tus hechos o sentimientos hay fe, confianza en Dios, amor por los hermanos, eso transmitimos y eso de alguna u otra manera será imitado. Seamos ejemplos en el amor, la paciencia y la bondad, la mansedumbre, etc.

(Daniel Paredes - Paraguay)

martes, 6 de enero de 2009

"Centinelas del pueblo de Dios"

"Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por lo tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte al malvado:"Estás condenado a muerte". Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. En cambio, si tú se lo adviertes, y él no se arrepiente de su maldad ni de su mala conducta, morirá por causa de su pecado, pero tú habrás salvado tu vida. Por otra parte, si un justo se desvía de su buena conducta y hace lo malo, y yo lo hago caer y tú no se lo adviertes, él morirá sin que se le tome en cuenta todo el bien que haya hecho. Por no haberle hecho ver su maldad, el morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. Pero si tú le adviertes al justo que no peque, y en efecto él no peca, él seguirá viviendo porque hizo caso de tu advertencia, y tú habrás salvado tu vida.
"Ez. 3:17-21 (NVI)
En este pasaje el profeta y sacerdote Ezquiel, hijo de Buzí, recibió un mandamiento y con el una tremenda responsabilidad, la de transmitir a Israel la palabra de Dios. Un pueblo de duro corazón, mente embotada y una personalidad de profunda rebeldía. Es nombrado por Dios (bajo sentencia de muerte), como centinela, guardia o vigilante de su pueblo, (otras versiones traducen atalaya), para advertirles del peligro que implica hacer lo malo y con ello desobedecer al Señor.(Nota de RVE95).
No olvides que nosotros también a la manera de Ezequiel, hemos recibido un mandamiento: Proclamar la Palabra del Señor, hacer discipulos y bautizar en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (Mt. 28:19-20 paráfrasis), para que en el nombre de Jesús, en los que practican el mal haya arrepentimiento. Debemos avisar, advertir a los incrédulos que sin arrepentimiento están "condenados a muerte y muerte eterna", asimismo, advertir y exhortar a los creyentes que no se aparten del buen camino que marcó nuestro Señor Jesucristo. Recordemos lo que nos dice el Apóstol Pedro " Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las maravillas de aquel que los llamó de las tienieblas a su luz admirable" 1P. 2:9 (NVI).
En pocas palabras, un profeta es "todo" aquel que proclama, divulga, hace saber la Palabra del Señor y un sacerdote es un mediador. Bajo este concepto: ¿hemos advertido, dado a conocer que "...hay un sólo Dios, y un sólo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre,..." (1Ti. 2:5 NVI). ¿Hemos proclamado la Palabra del Señor para llamar al arrepentimiento? ¿Hemos llamado al hermano (a) a perseverar en el camino de la salvación y la vida eterna?, ¿nos estamos comportando como centinelas para avisar, advertir al incrédulo del peligro de estar y permanecer en la maldad y, por ello en contra de la voluntad de Dios?. Le invito en el nombre de Jesús a meditar en lo anterior, piense, ¿está usted cumpliendo con la misión de proclamar y divulgar la Palabra de Dios?, ¿está usted preparado para responder por las vidas de aquellos que se pierdan y que por medio de la Palabra Dios impartida por usted se pudieron haber salvado?.
Dios le bendiga y le guarde.