miércoles, 7 de enero de 2009

MI HIJO RODRIGO

"A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mi, mejor le sería que se le atara una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. Si tu mano te es ocasión de caer, córtala, porque mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te es ocasión de caer, córtalo, porque mejor te es entrar en la vida cojo, que teniendo dos pies ser arrojado al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo, porque mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser arrojado al infierno, donde el gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga. Todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal. (Mc.9:42-49 RVE95).

Estoy enamorado de mi hijo. Cada día me sorprende con las locuras que hace. Unas se las pasa de baterista, minuciosamente prepara su "batería", un tambor de juguete, latas, cajas, y ¡ya está!, lista una batería con platillo y todo; otras toma cualquier palo y empieza a ejecutar su "guitarra" y canta también, en otras inclina su cabeza, dice unas cuantas palabras incomprensibles y luego viene el ¡Amén! ¡Que espiritual es mi hijo!

Hay muchas cosas que él aprendió de nosotros como cuando me insiste en que juegue "gol" con él. Otras nos alarma porque pensamos que no aprendió en ningún momento de nosotros. A veces, toma toma en su mano algún palo o ramita y ..."pa...pa...pa" dispara a todo el mundo; o simplemente entra a su cartón y comienza a asomarse un Schumacher en miniatura.

Tengo que cuidar mucho las cosas que hago porque tengo una repetidora en miniatura, repite palabras, repite hechos; y cuando son grandes, repiten sentimientos, amarguras, quejas, odios, repiten un montón de cosas que les transmitimos.

La iglesia es una comunidad de fe. Todas las cosas que se viven en la iglesia, como una familia, son transmitidas a nuestros jóvenes y niños; si en tus acciones hay hipocresía, eso estamos transmitiendoles; si en tus hechos o sentimientos hay fe, confianza en Dios, amor por los hermanos, eso transmitimos y eso de alguna u otra manera será imitado. Seamos ejemplos en el amor, la paciencia y la bondad, la mansedumbre, etc.

(Daniel Paredes - Paraguay)

No hay comentarios:

Publicar un comentario