viernes, 27 de febrero de 2009
¿Un día lamentable?
Lectura de hoy: Lm. 3:31-39
¿Por qué se lamenta el hombre, si está vivo a pesar de su pecado?” Lm. 3:39
Según las Sagradas Escrituras “la paga del pecado es muerte…” (Ro. 6:23 a), de acuerdo con esto y teniéndolo como una verdad absoluta, todos deberíamos estar muertos hace ya mucho tiempo, para ser exactos la raza humana ya no debería existir, puesto “…que todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Ro.3:23). No obstante no consideramos esa gran verdad al momento de lamentarnos porque tal o cuál cosa no han salido como nosotros lo esperábamos. Nos dejamos engañar por el enemigo de Dios y nos lamentamos a cada instante, a veces por cosas muy sin importancia y nos dejamos arrebatar la paz, la tranquilidad, la alegría, y lo que es peor, la mansedumbre, llevándonos a tener reacciones violentas (verbales o físicas), que dañan en la dignidad a las personas, las hieren en profundidad y las sometemos al peligro de ser ellas también arrastradas por nuestro mal humor y negativismo.
Meditemos en forma especial el v.39 del texto en comento: debiendo estar muertos a causa de nuestro pecado, ¿no es suficiente con despertar cada día sabiendo que hay un Dios Eterno, perdonador y que no mira nuestras faltas sino que nos da cada nuevo día una oportunidad de arrepentirnos y vivir un día en obediencia a sus mandamientos y en permanente acción de gracias? Porque “…la dávida de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Ro. 6:23 b).
¿Se levantó hoy de mal humor y se lamenta por todo? Cambie su ánimo y sonría, busque a alguien, abrácelo y dígale: “Feliz día, Cristo nos ama”.
El Señor le de Su Paz y le bendiga en su vida. Amén
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