lunes, 9 de marzo de 2009

Nunca es Tarde


Lectura de hoy: Jos.14:1-12
"...Somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó" Ro.8:37

En su mente pasaban recuerdos de días ya vividos, de glorias pasadas y al mismo tiempo la expectativa de lo que ocurriría en los próximos minutos. De pronto al terminar el conteo, comienza la turbulencia lo cual indicaba que el transbordador Discovery, comenzaba a moverse. Cualquier cosa podía pasar, pero Jhon Glenn a sus más de 70 años ya había decidido luchar para regresar al espacio de nuevo. Esto no es parte de una novela rosa, o el sueño de un anciano; es una historia real que ocurrió el 29 de Octubre de 1998, y me hizo recordar la vida de uno de los hombres de fe del Antiguo Testamento, Caleb, un hombre que a pesar de que no nació libre y que su nombre significa "perro", se ganó el respeto de formar parte de los 12 espías que fueron a la tierra de Canaan, y que después de cuarenta años más, él, junto con Josué, fueron los únicos que entraron en la tierra prometida. A pesar de sus más de 80 años, declaró: "Dame pues ahora este monte" ¡Qué fuerza de voluntad! ¡Qué convicción! Dios le había prometido algo y lo creyó.

El Señor nos dice que: "...somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó". (Ro.8:37). Caleb fue un joven valiente, pero no sólo se conformó con eso, sino que al llegar a la tierra prometida reclamó su herencia y se dispuso a conquistarla. Conquistemos también nosotros aquellas cosas que Dios nos ha dado.

Carlos Arévalo - Venezuela

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