jueves, 16 de julio de 2009

Un Futuro Incierto


Lectura de hoy: Lc.21:7-38

"Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia a las gentes..." (Lc.21:25)

Uruguay se considera un país secular. Sin embargo, el secularismo es un sitema que prescinde de ideas religiosas. Contrastan con esta pretendida independencia de lo místico la proliferación de astrólogos, parapsicológos, quienes tiran las cartas, entre muchas otras prácticas similares. Es que el futuro, para la mayoría de las personas, es un enigma incómodo. Tanto para quienes aguardan un mañana mejor, como para aquellos que esperan que nada cambie satisfechos de su situación presente, el paso del tiempo y la incertidumbre de lo que vendrá representan una molesta expectación.

El pensmiento cristiano incluye la perspectiva de un futuro revelado en las Escrituras. El horizonte de la fe se extiende hacia la eternidad, y los ventos que la Biblia menciona tienen en parte el carácter apocalíptico que las gentes asocian con un futuro sombrío y convulsionado. Pero las profesías bíblicas del futuro tienen otra faceta, ademas de desastres, cataclismos y tragedias que acarrean sufrimiento al ser humano y continuos reveses al bienestar de la humanidad. La misma incluye la desaparición del mal, el final de las guerras, la renovación de la naturaleza, la erradicación de la enfermedad, la desaparición de las aflicciones, angustias, y de toda tristeza, y la restauración del estado primordial, sin sufrir más los efectos del pecado.

Hay un futuro según la Biblia. Un futuro radiante para aquellos que han depositado su fe en el Cristo de las Sagradas Escrituras, el que murió en una cruz y resucitó al tercer día, el que ascendió a lops cielos y está sentado a la diestra de Dios, y "...juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en Su Reino" (2ªT.4:1)

Alvaro Pandiani Figallo - Uruguay

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