martes, 28 de julio de 2009

Una Misión



Lectura de hoy: Jn.20:19-22

"Como el Padre me envió"

Cerca de la ciudad de Nazca, en Perú, se encuentra una de las más sorprendentes y llamativas obras del hombre.

En una gran superficie, se pueden ver, sólo desde el aire, gidantescos dibujos de aves y otros animales. Nadie puede decir con seguridad quién los hizo. Impresiona pensar que, dentro de lo que podemos suponer, quienes las hicieron nunca las vieron en su conjunto, ya que no hay montañas o algún otro medio cercano para mirarlas.

Buscando teorías, no han faltado quienes opinen que fueron obras de seres extraterrestres. Pero la idea de que haya llegado de alguien desde el cielo no para dar su mensaje es algo que siempre resurge en los pueblos. Por supuesto que, la repetida mención de ángeles en la Biblia, que traían mensajes de parte de Dios, muestra que algo hay de cierto.

Jesucristo dijo que estaba en la tierra porque el Padre lo había enviado. Lo reiteró varias veces: Él habia sido enviado para dar su vida por nosotros y ya lo había cumplido; ahora correspondía a la iglesia realizar la segunda etapa y, por eso, como el Padre lo había enviado a Él, Él enviaba a los suyos a desparramar el mensaje salvador por el mundo.

Aunque también sea algo inexplicable por su grandeza, la maravilla del amor de Dios, que mandó a su Hijo para morir en nuestro lugar, el hecho mismo de la cruz y el de nuestra obligación de ser enviados de Dios sigue en pie.

Arnoldo Canclini - Argentina

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