Lectura de hoy: Jer. 1:1-8
"...no sé hablar, porque soy niño". (Jer.1:6)
Hoy día nuestra cultura es muy permisiva. No obstante, infunde inseguridad alos adolecentes y jóvenes, que por sí están atrevesando un período dificil de su vida: dejar la niñez y aprender a ser adultos. Cuánto más en una sociedad antigua, probablemente restrictiva y poco tolerante. Cuando Dios manifiesta a Jeremías el plan concebido para él antes de su nacimiento, él expresa sus complejos: "No sé hablar"; es decir, habla de su inexperiencia, incompetencia, impericia, inhabilidad, insificiencia, ineptitud, incapacidad, ignorancia; "Soy niño"; o sea inmaduro, sin nda importante que decir. ¿Algo reforzaba en Jeremías esa conciencia de su propia inexperiencia e incompetencia? Tal vez la vergüenza del fracaso; o quizás la frustración por no alcanzar lo quería, o lo que otro esperaba de él. O probablemente la consideración de los demás. Nunca sabremos cuantas veces alguien llamó a Jeremías incapaz, inútil, inepto, fracasado, bueno para nada, ignorante, o le dijo: "no hables, no molestes; lo que puedas decir no es importante". La experiencia de Jeremías, ¿es trasladable a nuestra vida? ¿Cuántas veces nos dijeron: inútil, incapaz, inepto, fracasado? ¿Cuántas veces nos hicieron sentir así? Inservibles, no importándole a nadie. ¿Cuántas veces nos hicieron callar, o no nos escucharon cuando hablamos? ¡Como si no existiéramos! Como no tenemos dinero, ni títulos, ni talentos, ni habilidades especiales para las ciencias, las letras, el arte o el deporte, por lo tanto ¡no somos alguien a quién valga la pena tener en cuenta!
La respuesta del Señor a Jeremías le dice dos cosas: PRIMERO: no es así, querido; no eres ni inservible, ni inútil, ni enepto, ni fracasado. SEGUNDO: lo que yo te mande hacer, lo lograrás. En vez de inservible e inútil, conmigo vas a ser un siervo útil; en vez de fracasado, obtendrás la victoria. ¿Por qué? Porque contigo estoy. (v8)
Alvaro Pandiani Figallo - Uruguay
No hay comentarios:
Publicar un comentario