martes, 12 de mayo de 2009

Receta Para La Depresión


Lectura de hoy: Sal.43

" ¿Por qué te abates, alma mía,y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, porque aún he de alabarlo,¡salvación mía y Dios mío!" (Sal.43:5)

Los cristianos tenemos que dar apoyo a todas las ramas de la ciencia, y a la medicina en particular. Es mi convicción que quién sana siempre es Dios: a veces lo hace directamente y en otras ocasiones los hace por medio de los médicos, pero el que sana siempre es Él. De hecho estoy convencido de que no existe contradicción entre la Biblia y la ciencia verdadera, porque ambas provienen de la misma Mente Infinita de nuestro Padre celestial.

Pero solemos desconfiar de ciertas ramas del saber, como es el caso con la psicología. A veces vemos a la psicologóa como una especie de ciencia menor y algunos hay que la rechazan totalmente. ¡Y qué diremos de aquellos que la consideran una expresión moderna de la antigua brujería!

La psicología tiene sus limitaciones, como tienen todas las ciencias. ¿Quién de nosotros no oyó alguna vez decir a un médico: "Hemos hecho todo lo posible. Ahora el paciente está en las manos de Dios"? Y la psicología puede ser una gran herramienta de diagnóstico, pero está muy limitada en cuanto a dar una solución total y definitiva a la depresión y otros conflictos del alma.

Es por eso que he llamado a este Salmo, Receta para la depresión. Léalo de nuevo, y observe algunos de los componentes de esta "receta": Dios da fortaleza, envía su luz y su verdad al alma turbada. Dios provee alegría y pone una canción en el corazón del que espera en Él. Y lo más grandioso es que esta receta es gratuita, no cuesta nada. Solamente hay que extender la mano de la fe y tomarla.

Eduardo Coria - Argentina.

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