miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Sociedad Poscristiana?


Lectura de hoy: Mt.5:1-13

"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres". (Mt.5:13)

Una mirada al lugar actual de nuestra fe en la sociedad ofrece una imagen de agudos contrastes. La ruptura de la Iglesia y el Estado dejó al albedrío individual la profesión de fe y la dedicación de la vida cotidiana a la misma. En consecuencia, la Iglesia perdió el control sobre la moralidad, dejando vía libre a todo ideario filosófico, religioso y toda manifestación artística e intelectual perdió las rectrcciones impuestas por la doctrina cristiana. La ética de todas las expresiones humanas quedó reducida al juicio de la conciencia individual, dando lugar en muchas ocasiones a una conciencia de situación. Podemos decir que estamos viviendo una civilización poscristiana. Tal situación es ambigua: es mala para el mundo, pero una excelente oportunidad para la Iglesia.

Vivir en una sociedad poscristiana no implica una sociedad sin presencia de cristianos; el sentido pleno de civilización poscristiana es el de una cultura en que el cristianismo pìerde su preeminencia oficial. Esta situación es excelente para la Iglesia; coloca al cristiano del siglo XXI en la misma posición frente a la sociedad que el cristiano del siglo I: su fe es una opción religiosa más entre una miríada de ofertas religiosas de todos los tipos y múltiples orígenes que pululan por todas partes; pero la diferencia es que tiene la Verdad de Cristo.

La Iglesia del siglo XXI, aligual que la del siglo I, tiene todo un mundo para conquistar; un mundo más amplio y vertiginoso, pero igualmente necesitado. Después de dos mil años, la Iglesia ha vuelto a los principios. Puede ser éste un momento especial de la historia. En este tiempo, la Iglesia de Ctisto tiene una oportunidad sin par de extender su influencia benéfica por el mundo entero, sin comprometer sus principios con los poderes terrenales.

Alavaro Pandiani Figallo - Uruguay

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