miércoles, 14 de enero de 2009

Cosas en común

Lectura para el día: 2Ti.1:1-14.
"Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en tí..."(2Ti.1:5 RVE95)

No puede contener la risa al percatarme de lo que mostraba la mas reciente fotografía de mi familia. ¡Todos llevabamos anteojos! Y es que desde el abuelo hasta la más chica, en poco tiempo, todos nos fuimos integrando al club de los miopes.

Y pensando en ello, encuentro que tenemos otras tantas cosas en común, desde gestos, gustos, hábitos, enfermedades y ¡hasta nuestro propio código de comunicación!, que por cierto hay que ser parte de la familia para interpretarlo.

Entonces pienso que, si hay algo verdaderamente importante que debería identificar a una familia es una vida de fe, que marque a todos y cada uno de sus miembros. El apóstol Pablo reconoció en Timoteo una fe genuina, que evidentemente heredó de su madre, Eunice, y ésta a su vez de su abuela Loida.

Y uno se pregunta cómo se inculca la fe de una generación a otra. A veces los padres quieren imponerle la fe a los hijos como una obligación y esto muchas veces causa el efecto contrario. Entiendo que tampoco dejarlos a su libre escogencia es efectivo. Pero la clave está en que ellos vean en los adultos que le rodean, creyentes genuinos fervorosos, consagrados, cuya vida no deja lugar a confusión: Son creyentes de verdad, espejos en los que los más chicos pueden mirarse y entender que esa vida de fe es lo que ellos necesitan y quieren.

Georgina Thompson - Rep. Dominicana

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