viernes, 23 de enero de 2009

Las apariencias engañan

"Circuncidaos para Jehová, quitad el prepucio de vuestro corazón, hombres de Judá y moradores de Jerusalén, no sea que mi ira salga como fuego, que se encienda y no haya quién la apague a causa de la maldad de vuestras obras" (Jer.4:4 RVE95)

La circuncision es una señal que se hace en el cuerpo por mandamiento de Dios, para sellar el pacto con el que Dios se comprometió con Abraham. Como lo indica el texto, se trata de cortar el prepucio (la piel del extremo del pene), un lugar muy íntimo y protegido y cubierto con las ropas. Sin embargo, era motivo de orgullo para los Judíos y creo que no dudarían en desnudar sus partes más íntimas para mostrar su origen y su status de escogidos del Señor. No obstante, sus obras no siempre fueron del agrado de nuestro Dios, por el contrario; de continuo eran reprendidos por su corazón endurecido, su falta de piedad, por su inclinación a las culturas y religiones de moda en la época. Por la maldad con que trataban a sus semejantes, incluso de su propio pueblo.

Hoy en día no es muy diferente, hay quienes se vanaglorian de su condición de cristianos haciéndose acompañar siempre de una Biblia; otros marcan, señalizan su condición de cristianos luciendo una hermosa cruz en su pecho, ¿a modo de adorno quizás?, pero cuando es el momento de demostrar con la práctica su cristianismo, sus obras dejan mucho que desear. Primero, porque buscan una tribuna, para gritar a quién puedan que están haciendo un bien y olvidan que nuestro Señor nos dijo: "Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de tí, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres;..." (Mt. 6:2 RVE95), o en su defecto, abiertamente hacen malas obras.

Ser cristiano es una forma de vida que requiere cortar (circuncidar) de nosotros, todo aquello que no está en la voluntad de Dios. Para ser cristiano tenemos que circuncidar nuestro corazón y eso demanda esfuerzo personal, confianza en Dios y mucha oración. No decaigamos, sigamos luchando en este proceso de coversión diaria, y rogando para que el Espíritu Santo nos muestre aquello que debamos sacar de nuestras vidas.

¿Hay algo que quede en nuestro corazón y que debamos cortar?

La paz de Cristo esté con usted.

No hay comentarios:

Publicar un comentario