lunes, 19 de enero de 2009

"Manos levantadas"

"Y sucedía que cuando alzaba Moisés su mano, Israel vencía; pero cuando él bajaba su mano, vencía Amalec.
Como las manos de Moisés se cansaban, tomaron una piedra y la pusieron debajo de él. Moisés se sentó sobre ella, mientras Aarón y Hur sostenían sus manos, uno de un lado y el otro del otro; así se mantuvieron firmes sus manos hasta que se puso el sol." (Ex.17:11-12 RVE95).

Cuando Moisés mantenía sus manos en alto durante la batalla, sus fuerzas vencían, y no porque los manos de Moisés tuvieran poder, sino porque con sus manos levantadas al cielo, el poder de Dios venía sobre él para darle la victoria. Así en nuestros días, una congregación que levanta sus manos al cielo recibe bendición y unción del Espíritu Santo de Dios para que alcancemos victoria sobre nuestros males, sobre nuestras necesidades y se vean realizados nuestros sueños y espectativas; todas las que están dentro de la voluntad de Dios.

Tomados de esta esperanza, la congregación de Gedalías en el día de ayer levantamos nuestras manos para dar gloria a Dios y recibir de Él, poder para vencer. Junto con ello, los hermanos fuimos ungidos con aceite para poner sobre nosotros señal de ser marcados con el poder del Espíritu Santo de nuestro Dios y guardar la esperanza de que el poder de Dios ha venido sobre nuestras vidas para fortalecerlas en la fe y darnos victoria sobre aquello que pusimos a los pies de el Señor.

Levantar las manos, también es señal de rendición. Rinda su vida a Dios, póngase en sus manos, pida su unción y verá cómo a contar de ese momento será victorioso, porque "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro.8:31 RVE95. Cf. Sal.118:6)

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