sábado, 31 de enero de 2009

Violencia pacífica

Lectura de hoy: Mt.11:11-15.

“Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan” (Mt.11:12 RVE95)

Por muchos años nos hemos dedicado a predicar el evangelio como un mensaje de paz y buenas noticias, nos se nos ocurriría pensar siquiera en utilizar la violencia en nuestras vidas y menos para dañar a alguien. Sin embrago si ponemos atención al texto de hoy, nos encontramos con que se habla de violencia en el reino de los cielos y que los violentos, están arrebatando, robando este reino y lo hacen con violencia. Esto implica que el reino de Dios tiene que abrirse paso a través de estos violentos y debe hacerlo con fuerza, que es sinónimo de violencia, pero no con la violencia de las armas, sino con la fuerza de la Palabra de Dios, con la fuerza de la verdad, con la violencia suficiente para enrostrar a los violentos su violencia, sus males, sus iniquidades, sus adulterios, sus idolatrías, como en su momento lo hiciera Juan el Bautista con Herodes Antipas, para reprochar el adulterio en que estaba con Herodías, mujer de su hermano (Mt.14:3-4).

Ser pacífico no significa mantenerse incólume ante el sufrimiento de nuestro prójimo; no significa permanecer inactivos ante la pobreza, la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, la delincuencia y la indiferencia de las autoridades; ser pacífico tiene un alcance mucho mayor, significa levantar la voz hasta hacerse escuchar ante quienes corresponda, dispuestos a correr riesgos, como nuestros hermanos en Cristo del primer siglo, (y de los días de hoy) que creyendo en lo que predicaban, estuvieron dispuestos a morir por la causa del Santo Nombre de Cristo Jesús y su Santo Evangelio.

¿Está usted dispuesto?, entonces deje de lado la paz estéril, use de la violencia pacífica, proclame y enseñe el camino de Cristo y haga la paz con fuerza, para que pronto estemos todos gozando de la Paz verdadera que sólo Jesús nos da; no se lamente de los males, luche contra ellos para eliminarlos, Jesucristo estará con usted siempre. Pero hay algo que debemos olvidar, este mismo evangelio, esta misma palabra, con la misma fuerza en algún momento nos va a confrontar, cuando uno de nuestros líderes nos la predique, nos vamos a sentir violentados, invadidos, desnudados, pero recuerde:”es en son de paz, para que ud. alcance la paz”.

Dios le bendiga y le de fuerza.

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