lunes, 2 de febrero de 2009

Una buena actitud

Lectura de hoy: Flp. 1:12-20

"Quiero que sepáis hermanos, que las cosas que me han sucedido, han contribuido más bien al progreso del evangelio," (Flp. 1:12 RVE95)

Dice un refrán popular: "No hay mal que por bien no venga". ¿Será siempre cierto? La Biblia lo dice mejor: "Todo obra para bien" condicionando la experiencia a los que aman a Dios. Pablo estaba en la cárcel, y escribe que "las cosas que me han sucedido, han contribuido más bien al progreso del evangelio".

Todos los males no traen un bien escondido. Sin embargo, los cristianos sabemos que gracias al amor del Señor, acontecimientos que pueden considerarse trágicos, sí pueden envolver tremendas bendiciones. ¡Muchas veces lo hemos experimentado!

Por eso debemos desarrollar una buena actitud ante los peores acontecimientos. Ellos en sí mismos pueden ser trágicos y dolorosos. La diferencia estará en la actitud que nuestro concepto de la vida nos permita tomar. Todo dependerá de lo que realmente sea importante para nosotros.

Para Pablo, el propósito de su vida estaba claro. Despidiéndose de los hermanos de Éfeso había dicho que lo único importante en su vida era la misión que Dios le había dado(Hch. 20:24). Después de perder su libertad y estando impedido de realizar sus viajes, podía sentirse infeliz, limitado y fustrado. Pero no es así. Se da cuenta de que "sus prisiones" han animado a hermanos e impulsado a otros. El evangelio se está predicando más y por lo tanto, podía ver de una manera menos trágica su sufrimiento.

Si nuestro anhelo es que Cristo sea glorificado, cualquier acontecimiento que lo logre debe ser asimilado con sentido de victoria. Eso nos ayudará a sentir menos dolor y encontrar propósito a todo cuanto ocurra.

Dios, dame una buena actitud ante los acontecimientos.

Alberto González M. - Cuba.

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